Historia

Nuestra Hermandad

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Ya en el siglo XVIII se conoce el paso de la Oración en el Huerto perteneciente a la cofradía de la Soledad de Nuestra Señora que participaba en la procesión de Jueves Santo, sin embargo nada tiene que ver con la Hermandad actual.

Esta Hermandad  fue fundada el cinco de marzo de 1931, bajo el título de “Hermandad de la Caída y Nuestra Señora de la Caridad” , siendo sus fundadores: D. Manuel Montoya Nieto; D. Juan Fernández Bernal; D. Tomás Andreo Méndez; D. Ginés Tudela Molina; D. Zacarías Andreo Gómez; D. Juan González García; D. Jesús López Cayuela; D. José Solano Sánchez; D. Antonio Ros Clemente; D. Melchor Fernández Fernández; D. Gonzalo García Martínez; D. Isidro Martínez Martínez; D. Miguel García Jiménez; D. Pedro López Fuentes y D. Joaquín Montoya Nieto, estando integrada su primera Junta Directiva por:

Presidente: D. Manuel Montoya Nieto.

Vicepresidente: D. Juan Fernández Bernal.

Secretario: D. Tomás Andreo Méndez.

Tesorero: D. Ginés Tudela Martínez.

Vocales:
D. Zacarías Andreo Gómez
D. José Solano Andreo
D. Pedro López Fuentes

Aún habiéndose fundado la Hermandad en 1931, no existen documentos escritos de la misma hasta el 23 de marzo de 1952, fecha en la que comienza el primer libro de actas. Es en este año cuando se publica el Reglamento por el que se rige la Hermandad de la Oración en el Huerto y Nuestra Señora de la Caridad. Este Reglamento fue común a todas las Hermandades y Cofradías y se elaborará a instancias del Ordinario de la Diócesis a través del Ilustre Ayuntamiento

  El Reglamento fue aprobado por el Esmo. Y Rvdo. S. Obispo el 17 de octubre de 1952 y por las autoridades gubernamentales y eclesiásticas locales el 20 de octubre del mismo año. Por este Reglamento se debían regir todas las Hermandades que existían en Totana, siendo éstas: “ La Dolorosa”, “Ntro Padre Jesús”, “ Jesús en el Calvario”,“S. Juan”, “La Magdalena”, “ La Salomé”, “ La Cleofé”, “ La Samaritana”, “ El Huerto”, “ La Negación” y “ La Verónica”.

  Será en 1950 cuando se produzca el cambio de denominación de la Hermandad debido a la sustitución del paso de la Caída por el de la Oración en el Huerto, conservándose el primero en poder de la Hermandad hasta 1980 que se vende a un grupo de hermanos que decidieron crear la Hermandad de La Caída como una cofradía independiente, aunque ese año funcionó con una Junta Gestora dependiente de la Hermandad de Ntra. Sra. de la Caridad.

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Solicitud de ingreso en la Hermandad

En los Reglamentos aprobados en 1952 y 1958, comunes a todas las hermandades y cofradías se especifica que éstas estarán integradas únicamente por varones.

“Serán admitidos como Hermanos, todos los varones que estén dispuestos a cumplir los requisitos y obligaciones que se fijan en este Reglamento…”.

Aquellos varones que quisieran pertenecer a la Hermandad debían presentar por escrito la solicitud de ingreso a la Junta Directiva de la misma, siendo ésta quienes la acepten o rechacen.

No obstante en 1959 se da de alta la primera mujer que de derecho pertenece a la Hermandad, siendo ésta Dª María Sánchez Fernández, y no apareciendo ninguna otra hasta 1964. Es significativo el hecho de que las mujeres eran inscritas en una sección diferente a la de los hombres, aunque abonaban las mismas cuotas que éstos.

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La pertenencia a la Hermandad suponía el cumplimiento de una serie de obligaciones por parte de los hermanos cofrades, entre las que podemos destacar:

•Obligatoriedad de pagar las cuotas mensuales aprobadas anualmente en Junta General. La cuantía de las mismas ha ido variando a lo largo de los años, siendo de dos pesetas mensuales en la fecha de aprobación del reglamento (6 junio 1952). A quienes dejaran de pagar las cuotas estipuladas durante tres meses se les daba de baja en la Hermandad, mediante comunicación escrita.

•Todos los hermanos debían vestir la túnica en las procesiones exceptuando los enfermos y los ausentes. El incumplimiento de este artículo implicaba la baja de la Hermandad.

•Asistencia a los Oficios y Comunión General el día de Jueves Santo en la Parroquia de Santiago , sede canónica de esta cofradía.

•Asistencia a los entierros de los cofrades que fallezcan, así como al de su esposa, sus padres e hijos, siendo el presidente quien debía avisar a todos los hermanos. Es ésta una de las obligaciones comunes y más antiguas de todas las cofradías, existiendo ya en los siglos XVI y XVII, aunque en estos siglos eran los difuntos los que testamentariamente lo pedían a las cofradías “el acompañamiento de difuntos y la celebración de misas por el alma del fallecido” .

Cuando un cofrade fallecía, la Hermandad emitía recordatorios de defunción que enviaba a todos los hermanos, siendo éste el medio de notificación de los fallecimientos; además era la Hermandad quien se encarga de realizar una misa funeral en sufragio por su alma. En estos recordatorios incluso se especificaba que cargo ostentaba el difunto dentro de la misma.

Recordatorios de difuntos de la Hermandad

Las Hermandades, además utilizaban signos externos en las exequias, signos distintivos y emblemáticos de la Cofradía a la que pertenecía el difunto, en el caso concreto de “La Oración en el Huerto y Ntra. Sra. de la Caridad  “… Habrá un paño de terciopelo negro con fleco de oro y escudo de la Hermandad, del mismo metal, que se colocará encima del féretro, y estandarte o guión como distintivo de la Hermandad” Quedaban excluidos de estos derechos aquellos hermanos que no tuviesen al corriente el pago de las mensualidades o se negasen a recibir los últimos sacramentos.

Este Reglamento se mantuvo en vigor hasta 1958, año en que el Cabildo de Cofradías procesionarias confecciona un Reglamento también común para todas las Hermandades, pero adaptable a cada una de ellas En éste se mantienen prácticamente los mismos derechos y obligaciones que en el anterior.

En este Reglamento (1958) quedan explicitadas las celebraciones religiosas obligatorias para las Hermandades. Junto a la obligatoriedad de asistir a los Oficios y Comunión General el día de Jueves Santo, “ Un día de noviembre de cada año, se dirá en la Iglesia Parroquial de ésta, una misa en sufragio de los hermanos fallecidos corriendo los gastos por cuenta de la Hermandad”.

Además “…durante el Santo Tiempo Cuaresmal, esta

Hermandad organizará la celebración de un Quinario a sus titulares, cuyos días señalará oportunamente la

Directiva de acuerdo con la Autoridad Eclesiástica”.

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Tanto en el Reglamento de 1952, como en el elaborado en 1958 se especifica cuál es la sede social de la Hermandad “… La habitación donde se conserven las imágenes y enseres de la Cofradía estará cerrada con una puerta de dos cerraduras cuyas llaves las conservará el Presidente y el Hermano Mayor, a fin de que conjuntamente efectúen el manejo y uso de las imágenes y enseres correspondientes”. La mencionada habitación se encontraba en el piso superior de una Posada ( posada de San Antonio) existente en la Carretera de Lorca nº 10, es por eso que en Totana todos conocemos esta Hermandad  con el sobrenombre de “ LA POSÁ”,  siendo éste el lugar donde se fundó y en el que se depositaban los enseres propiedad de la misma, a excepción de los tronos que se guardaban en un local propiedad de D. Pedro López Fuentes ubicado en la C/ Canalejas nº 8 de esta ciudad, siendo  éste el lugar donde se guarde el grupo de la Oración en el Huerto. Las imágenes de los grupos de Ntra. Sra. de la Caridad y de La Caída continuaban guardándose en la posada, donde permanecerán hasta la construcción de un nuevo local social sito en la actual C/ Ecuador, 5 de Totana.

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El nuevo local constaba de una sola planta en la cual se depositaron todos los enseres propiedad de la Hermandad.

La capacidad de la Hermandad para poder adquirir el solar y construir el local, así como la realización de otros muchos proyectos – compra de imágenes, estandartes, tronos, creación de la Banda de Cornetas y tambores- pone de manifiesto el auge y esplendor de que disfruta la misma a lo largo de los años cincuenta y sesenta del siglo XX.

Siendo cada vez mayor el patrimonio de ésta se hizo preciso la ampliación del local para poder guardar los enseres de la misma en las debidas condiciones, por ello se construyó un “altillo”, primero realizado en madera y posteriormente de obra. También, a lo largo de estos años, se han realizado numerosas reformas, tanto en techumbre como en pavimento, siendo la más significativa la realizada en 2003 consistente en el arreglo de la planta baja y la construcción de una planta superior que alberga una oficina y un salón para reuniones. Con esta remodelación y ampliación se da respuesta a las necesidades reales de la Hermandad.

El reglamento de 1958 se mantiene en vigor este hasta 1994, fecha en que la Hermandad elabora sus propios Estatutos; por ellos se regirá hasta el presente año 2013 en que de nuevo han sido modificados a instancias del Sr. Consiliario y por las modificaciones que se han realizado en el seno de esta Hermandad referidas éstas a participación en procesiones y la creación de una nueva imagen de la Virgen María bajo la advocación de Ntra. Sra. de la Fe.

Junta Directiva 2014
Imagen de archivo / Boceto Ntra. Sra. de la Fe